Transcripción del manuscrito original escrito en recuerdo de la fundación de la Base Artigas en 1984, por Carlos Pisoni, fotocopiado y entregado por el autor, para su preservación y difusión.
Documentos de interés para el estudio de la historia antártica del Uruguay.
En homenaje a los fundadores de la Base Científica Antártica Artigas (22 de diciembre de 1984)
TIERRA DE CALIDEZ
Arq. Carlos Pisoni
1
Quizás la historia no cuente
Lo que allá en el sur pasó
En mil nueve ochenta y cuatro
Diciembre, recuerdo yo
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Fuimos 13 los que un día
Partimos rumbo a la nada
A una tierra congelada
Llena de misterio y vida
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Con una misión bien clara
De montar en una isla
Construcciones que formaran
Aquella base científica
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Unos partimos primero
Ordenando el trajinar
Desde la austral Punta Arenas
Ciudad cordial y sin par
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Luego de cien peripecias
Nos pudimos embarcar
Cruzando el Drake, los canales
Y la Antártida llegar
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Mientras otros uruguayos
Viajaban en un avión
acondicionado de apoyo
pa´ semejante ocasión
7
Y aquí quedaron mis niños
De año y medio y ocho días
Los llevé en el corazón
Como una pena prendida
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Al llegar hasta el lugar
Que había sido elegido
Junto al “Tero”, compañero
De aquel viaje de delirio
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No había ni rastros de nada
Ni avión, ni delegación
Que esperara aquel día
Complicando la ocasión
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Hubo que esperar tres días
Pa´poder tener noticias
Y ver llegar desde el cielo
Al Fairchild con los “turistas”
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Fue después de navegar
Y estar varado en los mares
Entre témpanos, ventiscas
Pingüinos y tempestades
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Que llegaron compañeros
Pa´ compartir nuestros males
Encarar nuestros trabajos
Y olvidar las soledades
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Y aquí recién empezó
La historia que no termina
Para los que allí estuvimos
Y que el tiempo nos dio vida
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Pues hay tres que ya no están
Que ya han dejado esta vida
Y dejaron su legado
De entrega y valentía
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Omar, Carlitos y Pierre
Que nos miran desde arriba
Y saben que en esta tierra
Hay un trozo de su vida
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Y fue tarea de colosos
Comenzar esta porfía
De construir una base
Con lo que allí se tenía
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Se comenzó a trabajar
Sin experiencia adquirida
En un clima tan abrupto
Que cambiaba día a día
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Setenta horas seguidas,
Con sus noches y sus días
Se laburó sin parar
Casi, casi sin comida
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Pues marcaba ese momento
Como esperanza de vida
Armar esa construcción
Pa´ habitarla en esos días
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Y no quedaba ya tiempo
Para llenar la barriga
Y era solo trabajar
Pa´ terminar enseguida
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Y se siguió sin parar
Entre el frío y la ventisca
Pa´ armar el primer módulo
Que sirviera de guarida
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Por no comer lo debido
Y el esfuerzo en la “batalla”
Se partían nuestros labios
Sangrando como una llaga
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Y cuando al fin terminamos
Se descansó en su interior
Para reponer las fuerzas
Que insumió la construcción
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Descansando medio día
Volvimos a las andadas
Se siguió armando la base
Que era una misión sagrada
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Y así pasaban los días
Con esfuerzo y con tesón
Pero allí nadie aflojaba
Pues se puso el corazón
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Hasta que al fin llegó el día
Que ese lugar ya tenía
Mínimas comodidades
Como pa´ empezar su vida
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Fue un 22 de diciembre
En un acto más que digno que
Izamos nuestra bandera
y cantamos nuestro himno
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De entonces en esa tierra
En que no calienta el sol
Se tiene un sol permanente
El de nuestro pabellón
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Pa´ calentar y dar fuerzas
Y templar el corazón
De orientales que allí habiten
Pa´ completar la misión
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Y una palabra en recuerdo
Pa´ los que aún no nombré
Para el “Buco”, “Corralito”
Carlos Pinasco y Derceu
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Cacho Martínez y Acosta
Gelmini, Cappi y Gordillo
Completaban la plantilla
de aquel grupo de “potrillos”
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Y un capítulo especial
Pa´ lo que allí se vivía
Pa´ la gente de otras bases
De mano siempre extendida
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Porque di allí algo era hermoso
Era ver como en la vida
Los hombres muy solidarios
Se apoyaban sin medida
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Sin importar las Naciones
Sus etnias ni su color
Filosofías políticas
Procedencia o religión
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Quizás haya que enseñar
Lo que allí se aprendió un día
Y esa solidaridad
Desperdigarla en la vida
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Y si algún día regreso
Hasta esa tierra tan fría
No será para pasear
Ni para ver obra mía
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Será para homenajear
Aquella forma de vida
Ejemplo de humanidad
Para el resto de sus días.
